16 May La psicología argentina abre sus puertas
La psicología argentina abre sus puertas
Carmen Herranz
Debido a la fluctuación del peso en Argentina, cada vez son más las personas de otros países que recurren a profesionales del país austral, donde el cambio de la moneda, les beneficia a ambos.
Abril 2021. En España se ha cumplido más de un año desde que el Gobierno declarase al país en estado de alarma y literalmente durante un mes, los españoles supieron lo que es vivir en confinamiento.
Se detuvieron personas que iban con bolsas de pan duro, con la excusa de ir a la panadería, a un ciclista que paseaba en bicicleta, en principio, afirmando que iba hacia a su casa hasta que se descubrió que no, y por supuesto, gente que alquilaba perros para poder salir y por supuesto las sempiternas reuniones clandestinas.
Han pasado más de 365 días y el coronavirus sigue vigente. Cuando nos levantamos, la primera noticia que leemos o escuchamos, es el aumento, descenso o estabilidad de casos, lo que nos está conduciendo a un estado de ansiedad permanente y de impotencia, como si estuviésemos en un barco en medio de la tormenta sin nadie que sepa manejar el timón.
Además de los más de 75 mil fallecidos que se ha cobrado la pandemia en España, se está agregando otra y es la de la salud mental.
TherapyChat, la primera plataforma online en adherirse ya en 2018 al Código de Buenas Prácticas del Colegio Oficial de Psicología de Madrid, elaboró un informe basado en 50.000 consultas, desde el comienzo de la primera ola hasta la actual, la cuarta.
A lo largo de esos meses se registró el estrés pre pandemia, ansiedad acrecentada entre julio y septiembre, más casos depresivos en octubre, aparte de otras consultas por problemas de pareja, baja autoestima, fobias y hoy día, se enfrentan a lo que denominan “estrés continuado” producido por la cuarta ola.
Después de que el diputado del Congreso, Iñigo Errejón, se hiciese eco de este problema y recibiese una respuesta jocosa por parte de un diputado del PP (“¡vete al médico!”, le espetó), se ha puesto en jaque la falta de ayuda psicológica.
? Gritan a Errejón «¡vete al médico!» tras hablar sobre salud mental en el Congreso https://t.co/fYFP57v7lj pic.twitter.com/UGbc9hSYLo
— elDiario.es (@eldiarioes) March 17, 2021
Informes de investigación por la Fundación Civio, recogen que, de los más de 32.500 psicólogos colegiados en España, solo trabajan en el sistema público 2.397. Semejante panorama, alarga las listas de espera y propulsa a los ciudadanos a buscar atención en las consultas privadas.
Ese es otro de los datos más pesimistas, que un español tiene que trabajar trabajar 9 horas y 41 minutos para poder pagar una sola sesión de psicología en el ámbito privado. El precio de las consultas oscilan entre los 50 y 100 euros.
No ocurre lo mismo en Argentina, donde mientras se espera en la cola para comprar las medialunas, los empleados comentan entre ellos su última consulta psicológica, muchas veces interactuando con los clientes. Los famosos de la televisión, citan a sus terapeutas y la conocida zona de Palermo, dividida en cuatro distritos, el llamado oficialmente Palermo Soho, es denominado como “Palermo sensible” o “Villa Freud”, debido a la cantidad de consultas psicológicas y psiquiátricas instaladas allí.
El precio que cobran los psicólogos ronda entre $1000 y $2000 pesos argentinos (entre 9 y 10 euros), y los psiquiatras presentan unos honorarios que varían entre los $2000 o $5000 (si es una terapia especial), unos 18 y 44 euros,
Esto es ratificado por la psicóloga Florencia Vega, licenciada en Psicología en la Universidad Católica de la Plata especializada en Terapia Cognitiva y Trastornos de Ansiedad, quien junto a su socia y colega de profesión Camila Tissera fundaron la Red de Psicólogas Argentinas, promocionada en redes sociales y comprobaron cómo cada vez las contactaban más pacientes extranjeros procedentes de países como Perú, Honduras, México, además de españoles y argentinos residentes en Europa o Canadá.
“Cuando comenzó la cuarentena acá en Argentina era obligatorio quedarse en casa y empezaron a surgir las sesiones online y con Camila, hablamos de fundar esta red de psicólogas donde ofrecíamos terapia a distancia, vimos que teníamos mucho más alcance que solo en Argentina y empezamos a notar que la demanda de los extranjeros era abundante”. Asimismo, la profesional comenta cómo tanto ellas como sus pacientes salen beneficiados con el cambio de la moneda y cobran mediante transferencias por Western Union, que supone una comisión mínima.
“El cambio si nos conviene mucho cuando los extranjeros quieren buscar algún servicio, entonces sí hay mucha demanda, una sesión para los extranjeros son 10 euros que a nosotras nos representa mucho más dinero que una sesión que podemos cobrar acá en Argentina. A ellos también les beneficia”, comenta. La patología que más tratan se refiere a los trastornos de ansiedad, una de las principales taras que está dejando la pandemia, confirmado por la Organización Mundial de Salud (OMS).
Florencia afirma que la sobreinformación tiene que ver mucho con esa angustia generada, ya que tanto si se quiere como si no, la Covid-19 es un tema omnipresente del que es muy difícil huir, y aparte se encuentra la facilidad de comunicación, “a que suceda algo y en un segundo se esté comunicado”. “Todo esto, según Florencia, presta a estar ansioso, alerta, amedrentado y con respecto a la ansiedad, es una de las problemáticas que más veo”, manifiesta.
Argentina, uno de los diez países del mundo con mayor inflación monetaria, aumenta exponencialmente su demanda de servicios psicológicos desde países extranjeros, gracias a las nuevas tecnologías e impulsada por la COVID
La profesional, derriba también los mitos de acudir por primera vez a un psicólogo, donde los pacientes de distintas nacionalidades continúan pensando que Argentina quedó varada en el psicoanálisis, cuando en el país se estudian e imparten otro tipo de terapias, como la cognitiva conductual, en su caso, puesta en vigencia en la Universidad de Buenos Aires (UBA), desde los años 90, a través del psicólogo Eduardo Keegan.
También, aunque de una forma más leve que años atrás, sigue encontrándose ese estigma de acudir a un psicólogo, del que los argentinos carecen. Ese es el caso de Daniela, una española (nombre ficticio), que va a una psicoterapeuta en su ciudad y reconoce su principal resistencia para aceptar que necesitaba ayuda profesional.
“Al principio se lo dije a mis amigas y a mi padre. No es fácil decirle a la gente que estás yendo a un psicólogo, pero ahora todo el mundo lo sabe y mi entorno lo entiende y es bueno para entenderme a mí misma y saber lo que quiero”, afirma. Por su parte, Florencia, explica que “puede ser que exista este prejuicio”, aunque cree que se está derribando conforme pasa el tiempo.
“Lo que yo opino es que cada vez las personas de otros países van dejando esos prejuicios atrás, pero sí está esto de que consultan por primera vez y al final de la sesión te dicen que no era tan grave como imaginaban, a veces se piensan que la terapia es ahondar en cosas que no tenían en cuentas (psicoanálisis) y luego comprueban que la Terapia Cognitiva Conductual es más simple, me parece en el extranjero las personas tienen ese concepto”, reflexiona la psicóloga.
Respecto a las tarifas, Florencia comenta que es muy interesante porque no significa que “el psicólogo argentino preste un servicio menor”.
Sin embargo, desde España, las reflexiones son otras. Pol Franco, especialista en el Centro de Psicología Carme Bosch, indica: “desde un punto de vista de la profesión son tarifas muy económicas (…) El Colegio Oficial de Psicólogos de Cataluña recomendaba hace un tiempo una horquilla entre los 45 y los 75 euros por sesión”. Sin embargo, el psicólogo también admite la dificultad de cambiar esta situación “sino se refuerza la psicología en la seguridad social”, un área que según comenta, “ha sufrido muchos recortes”.
Al otro lado del charco, Argentina es, según los datos del año pasado recogidos por el Fondo Monetario Internacional, uno de los países con mayor inflación en el mundo. Su veredicto fue una inflación de 36,1% anual, conformándose como uno de los diez países con aumentos de precios más elevados a nivel mundial. Así mismo, otros estudios previos señalaban a Argentina en el puesto número cinco, solo superado por Surinam, Líbano, Sudán, Zimbaue y Venezuela.
En lo referente a la salud mental, no hay mal que por bien no venga y estas cifras sirven para que tanto psicólogos como psiquiatras argentinos, puedan ofrecer a sus pacientes las soñadas tres bes: Bueno, Bonito y Barato.
Foto de cabecera: Oles Kanebckuu.